Cuando pensamos en vacaciones familiares, solemos imaginar hoteles con piletas, parques temáticos o casas en la playa. Pero… ¿un crucero? Mucha gente asocia los barcos con viajes de pareja o de adultos, cuando en realidad hoy los cruceros están diseñados para recibir a familias completas, con actividades para todas las edades.
Si estás considerando subirte a un crucero con tus hijos (o incluso con abuelos y tíos), acá te cuento los puntos clave a tener en cuenta antes de decidir:
1. Actividades para todas las edades
Uno de los mayores atractivos de los cruceros familiares son los programas diseñados para cada grupo de edad:
- Niños pequeños: guarderías y clubes con juegos supervisados.
- Niños y preadolescentes: clubes temáticos, videojuegos, talleres de manualidades, fiestas.
- Adolescentes: áreas exclusivas, discotecas sin alcohol, simuladores, deportes.
- Adultos: spa, espectáculos, casino, bares y restaurantes.
👉 Esto permite que cada miembro de la familia encuentre su espacio y, al mismo tiempo, se reúnan para compartir momentos como shows nocturnos o cenas.
2. Destinos que encantan a grandes y chicos
La elección de la ruta también es clave para un crucero familiar. Algunas opciones populares son:
- Caribe: playas cálidas, deportes acuáticos y excursiones sencillas para todas las edades.
- Mediterráneo: combina cultura, historia y gastronomía, ideal si viajás con adolescentes.
- Alaska: aventura y naturaleza para familias amantes de lo distinto.
- Fiordos noruegos: paisajes impresionantes y excursiones tranquilas en medio de la naturaleza.
📌 Consejo: pensá en un itinerario que no tenga demasiados días de navegación seguidos, así los más chicos no se aburren.
3. El barco importa (¡y mucho!)
No todos los barcos son iguales. Algunas navieras son reconocidas por enfocarse en familias:
- Disney Cruise Line: experiencia 100% familiar, personajes y entretenimiento para chicos y grandes.
- Royal Caribbean: barcos con parques acuáticos, simuladores de surf, tirolesas y más.
- MSC y Carnival: opciones accesibles con buena relación calidad-precio y actividades variadas.
Si tu idea es relajarte también como adulto, buscá barcos que ofrezcan áreas exclusivas para mayores de 18 años.
4. Organización y presupuesto
Un crucero familiar puede ser más práctico de lo que parece:
- Todas las comidas incluidas (ideal cuando viajás con chicos que tienen hambre a cada rato).
- Actividades gratuitas durante todo el día.
- Excursiones organizadas, lo que reduce el estrés de planificar en cada puerto.
Eso sí, conviene tener claro el presupuesto total: excursiones, propinas, bebidas o fotos a bordo pueden sumar bastante.
5. ¿Qué tener en cuenta antes de reservar?
- La edad mínima de los bebés (cada naviera tiene su propia política).
- Políticas de cuidado infantil: algunas ofrecen servicio de niñera nocturna con costo extra.
- Tiempos de traslados: elegí puertos de salida de fácil acceso para que el viaje sea menos agotador.
- Temporada: el Caribe en verano puede estar lleno de familias, mientras que durante el año escolar suele haber menos chicos.
Conclusión
¿Un crucero es para hacer en familia?
Sí, absolutamente. Hoy, muchas navieras piensan en que todos disfruten: desde el más pequeño hasta los abuelos.
La clave está en elegir la ruta, el barco y la temporada adecuada según tu familia. Y así, en lugar de preocuparte por organizar cada detalle del viaje, solo tenés que subirte al barco y disfrutar.